El Ayuntamiento de Litago construye un monolito-homenaje a Más Birras

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El pasado 24 de septiembre de 2022 se inauguró un monolito conmemorativo del disco Al este del Moncayo de Más Birras construido por el Ayuntamiento de Litago en el mismo lugar donde se hizo la fotografía de la portada del estuche de este magnífico mini LP del grupo de rock and roll aragonés Más Birras.

La fotografía es de Gonzalo Bullón, un fotógrafo zaragozano que comenzó profesionalmente en 1976 y cuyo estudio está especializado en todo tipo de fotografía: retrato, industria, arte, arquitectura, teatro o publicidad.

Al Este del Moncayo fue un mini LP que Más Birras grabó en 1987, después del maxi Apuesta por el rok and roll y de su primer trabajo que fue una cassette homónima. Al Este del Moncayo contiene seis canciones emblemáticas de Más Birras: «Apuesta por el rock and roll», «Maldita sea mi suerte», «Tren de medianoche», «Esa chica llamada Soledad», «El siguiente eres tú» y «Moliendo café» y fue publicado por el sello aragonés “Grabaciones Interferencias” creado en el verano de 1987 por  Inmaculada Mendoza, Miguel Goyanes y Luis Linacero.

El monolito de Litago se encuentra en la carretera que va desde Litago hasta el Parque Natural del Moncayo, en la ubicación que puedes encontrar en el siguiente código QR.

Ubicación del monolito
Al Este del Moncayo

Lugar donde se hizo la fotografía de portada de Al Este del Moncayo

El acto de inauguración del monolito que en definitiva fue un homenaje a Más Birras fue presidido por el Alcalde de Litago, Rafael Ávila —segundo por la derecha en la fotografía— y contó con la presencia de nuestros Birras Mariano Ballesteros, Víctor Jiménez y Miguel Mata —de izquierda a derecha en la foto— acompañados por buenos amigos de siempre entre los que se encontraba, precisamente, su amigo y editor Luis Linacero. La presentación del acto inaugural corrió a cargo del escritor y periodista aragonés Miguel Mena, otro enamorado del Moncayo.

Miguel, Víctor y Mariano – Más Birras

Luis Linacero, Miguel Mata, Jorge Martínez, Víctor Jiménez, Mariano Ballesteros y sobre el monolito el nuevo Birras, con un mes y medio de vida Manuel Martínez Pibernat

Finalizado el acto inaugural Mariano Ballesteros al saxo, Julio Calvo a la guitarra solista y Jorge Martínez a la voz y guitarra rítmica, en la plaza de Litago y en directo hicieron Otra Ronda más de Más Birras que, evidentemente, ni es la primera, ni será la última.

Como no puede ser de otra manera el concierto terminó con ¡Oh Ana!
Y poco más o menos… eso fue lo que pasó ese día

En los siguientes QR cuatro canciones de Más Birras que me gustan de una manera especial:

Apuesta por el rock and roll

Voces de Tango

Maldita sea mi suerte

Oh! Ana

Tarazona: 36 de 44 son 10.500

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Publicado en El Periódico de Aragón el 3 de febrero de 2023

La realidad presente de los pueblos y sus gentes está relacionada con su pasado, con su historia. Las personas individualmente y las sociedades, colectivamente, construimos nuestro futuro a partir de las decisiones que vamos tomando en nuestro presente y este será mejor, cuantas más decisiones acertadas hayamos tomado en nuestro pasado y será peor, en caso contrario.

       Treinta y seis de cuarenta y cuatro es parte del titular de este artículo. Desde aquel lejano 3 de abril de 1979, en el que se celebraron las primeras elecciones municipales democráticas tras el restablecimiento de la democracia, han pasado 44 años y de ellos, 36 son los que hasta hoy lleva gobernando la derecha política en Tarazona, la quinta ciudad de Zaragoza y la décima de Aragón por número de habitantes descontadas, claro está, las capitales de provincia.

            Uno de los indicadores de que los pueblos y ciudades tienen vida y por tanto futuro está relacionado con su población. Y esa es la segunda parte de este artículo: hoy somos poco más de 10500 los habitantes que actualmente estamos empadronados en la ciudad del Queiles, frente a los 11200 censados en 1979, hace 44 años. Entonces, Tarazona era la tercera ciudad de Zaragoza y la séptima de Aragón.

Evidentemente, estos datos no me los invento yo: son datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística —INE— que nos sigue informando que de esos 10500 turiasonenses actuales, 1300 son personas que han venido de otros países, fundamentalmente Ecuador, Marruecos, Rumanía, Colombia, Argelia o Perú, por este orden en cuanto a número de personas de estos países, entre otras veintiuna nacionalidades más. El INE lógicamente no realiza ninguna valoración, pero yo sí me permito afirmar que, afortunadamente, la llegada de esos 1300 inmigrantes a lo largo de estos últimos años nos ha permitido mantenernos por encima de los 10000 habitantes, lo que es muy importante.

Es muy importante que Tarazona no baje de los 10000 habitantes. Y ello, no solo porque su Ayuntamiento pasaría de 17 a 13 concejales, perdiendo por tanto capacidad, iniciativa e influencia política ante otras administraciones como son la Diputación Provincial o el Gobierno de Aragón. Sino porque con ello perdería también recursos financieros de su participación en los tributos del Estado y podría ponerse en riesgo la administración de determinadas competencias de gestión propia relacionadas, sobre todo, con los servicios sociales, culturales o deportivos, tan necesarios. Pero también, por qué no decirlo, las ciudades y sus gentes manifiestan un orgullo colectivo de pertenencia a una comunidad concreta, un sentimiento que yo he percibido en las diversas poblaciones en las que he desempeñado mis tareas profesionales, políticas y sindicales, pero que en Tarazona se manifiesta de una manera especial. No cabe duda que la rica historia y el extraordinario legado recibido a lo largo de los varios milenios de su existencia, algo tendrá que ver con ese orgullo turiasonense.

¿Podría Tarazona afrontar un futuro tan brillante como su pasado histórico? Creo, sinceramente, que sí puede afrontarlo, pero no con los actuales mimbres.

El pasado 27 de enero participé en la Asamblea que celebró el primer partido de la oposición para elegir, unánimemente, a la candidata a la alcaldía. Fui conocedor en primera persona de los enormes retos a los que se enfrenta la ciudad y de las posibilidades que se están perdiendo por el camino para afrontar esos retos: un polígono industrial tan necesario para el desarrollo económico que sigue sin ser municipal a pesar de la existencia de un convenio preparado hace quince años por el único gobierno progresista que ha existido en Tarazona entre 2003 y 2007; una despreocupación absoluta hacia una oferta educativa que debe mejorar con la implantación de nuevos perfiles de formación profesional en el Instituto de la ciudad; la puesta en funcionamiento del centro de formación del profesorado que yo dirigí durante un tiempo, que el gobierno de Aragón del PP cerró en 2011 y que ya no ha abierto sus puertas, a pesar de que sí lo han hecho el resto de centros de profesores rurales de la provincia de Zaragoza; un centro asociado de la UNED que la DGA ha puesto sobre la mesa y el Ayuntamiento ha dejado escapar; unos terrenos enormes de la antigua Textil Tarazona, actualmente propiedad de nuestra empresa pública Suelo y Vivienda de Aragón cuya cesión debe conseguir el Ayuntamiento como gran parte del desarrollo económico y social de la ciudad; unas posibilidades turísticas presentes, con instalaciones en la ciudad y con un Campamento y un Albergue en el Moncayo propiedad del municipio que no se saben o no se quieren aprovechar y futuras, con un Parador de próxima apertura y, finalmente, un Casco Histórico que se hunde ante la desidia municipal que en los próximos días va a disponer de un plan director de rehabilitación contratado por el Ayuntamiento, aguijoneado por un grupo de turiasonenses amantes del Casco.

«Tarazona no recula aunque lo mande la bula». Sin embargo, treinta y seis de cuarenta y cuatro años de gobiernos de la derecha son muchos, demasiados años y estamos solo a 500 habitantes de recular bastante más.